El presidente Lund exhorta a los demás a ‘unirse como nación’ y a ‘cuidarnos los unos a los otros’
En el devocional durante el Servicio Patriótico del Festival de la Libertad que se llevó a cabo el domingo por la noche en Provo, Utah, el presidente Steven J. Lund dice que la mejor manera de honrar los ideales nacionales es ‘servirnos los unos a los otros’
El presidente Lund exhorta a los demás a ‘unirse como nación’ y a ‘cuidarnos los unos a los otros’
En el devocional durante el Servicio Patriótico del Festival de la Libertad que se llevó a cabo el domingo por la noche en Provo, Utah, el presidente Steven J. Lund dice que la mejor manera de honrar los ideales nacionales es ‘servirnos los unos a los otros’
PROVO, Utah — Uno debe dedicar su “más profunda lealtad” a las grandes ideas, y la “idea de una república —una forma democrática de gobierno— es una de las mejores ideas”, dijo Steven J. Lund, el presidente general de los Hombres Jóvenes.
El presidente Lund pronunció un discurso el domingo 2 de julio durante el devocional del Servicio Patriótico del Festival de la Libertad 2023 (en inglés) que se llevó a cabo en el Marriott Center en la Universidad Brigham Young en Provo, Utah.
“La bandera es un símbolo”, dijo el presidente Lund. “El Juramento de Lealtad” (The Pledge of Allegiance) es algo así como un convenio que hacemos, en el cual prometemos lealtad a las ideas que están contenidas en la ‘república a la cual representan’.
A continuación, les ofrecemos las ideas que el presidente Lund compartió durante el Festival de la Libertad y que exhortó a los presentes a apoyar.
Todos los hombres han sido creados iguales
El presidente Lund calificó como de “un sueño” la idea de que todos los hombres son creados iguales, y la cual Thomas Jefferson incluyó en la Declaración de Independencia.
En el momento en que se escribió, dijo el presidente Lund, “No había un solo lugar en la tierra donde se practicara esta idea —que toda persona debe ser tratada con la misma dignidad y [se le deben] aplicar las mismas normas”.
Aunque en aquella época el mundo no vivía de ese modo, Dios había previsto que las personas fueran tratadas de esa manera, es decir, con igualdad, dijo él, señalando lo que dice en Romanos 2:10-11 “pero gloria y honra y paz [se le debe] a todo el que hace el bien… Porque no hay acepción de personas para con Dios”.
“Él nos ama a todos por igual”, dijo el presidente Lund. “Él nos manda que nos ‘amemos los unos a los otros’ por igual (Juan 15:12)”.
El presidente Lund dijo que la Declaración de Independencia y la Constitución les permiten a las personas hacer precisamente eso —amar a los demás y tratarlos de forma igualitaria y eliminar el abuso de poder de las comunidades. “[Se podría decir que] la Declaración de Independencia encendió la mecha [y] fue la Constitución la que provocó la explosión”, expresó.
Un país con imperfecciones
Aunque se elaboraron la Declaración de Independencia y la Constitución de los Estados Unidos, y aunque las ideas fueron maravillosas y buscaban un futuro mejor, no significó que las cosas ocurrieran de esa manera, explicó el presidente Lund.
“¿Cuáles son nuestros defectos? Hagamos un recuento”, dijo el presidente Lund.
“Somos tan mortales como cualquier sociedad. Nos dejamos llevar por todas las motivaciones impías de todos los pecados capitales”, dijo. El tener buenas ideas, entre ellas, una buena Constitución, no nos convierte en mejores personas necesariamente.
“Sin embargo hace surgir en nosotros las mejores y más elevadas aspiraciones, de modo tal que podemos convivir con nuestros defectos y seguir mirándonos a los ojos”.
“Cuando las personas, exactamente como nosotros —impuras e imperfectas— se comprometieron con las ideas que se encuentran en la Declaración de Independencia y en la Constitución, no crearon una sociedad perfecta”, dijo. “Ellos pidieron un deseo y después juraron su lealtad a ese deseo”.
Fue, más bien, un “plan general de ideas” que ayudaría a las personas a “lograr lo que ellos describían como una Unión más perfecta”, dijo el presidente Lund. Estas ideas debían “servir de brújula, la cual sería capaz de dirigirnos hacia bendiciones cada vez mayores de ‘vida, libertad y búsqueda de la felicidad’”.
Debido a las imperfecciones de la historia de los Estados Unidos, una de las cuales incluye la esclavitud, el presidente Lund dijo, “Este puede ser nuestro el mejor ejemplo de la tesis en la cual se sostiene que la Constitución no solo es un compendio de normas, sino también una estrategia. Parece que Dios la utilizó para sacar de la oscuridad a Su indocto pueblo — línea por línea (2 Nefi 28:30)”.
Y continuó diciendo, “Al establecer la Constitución, Él colocó a la nación en el camino que inevitablemente conduciría a la realización de las ideas soñadas de la Declaración de Independencia. De hecho, aparentemente fue la misma razón por la que Dios inspiró la Constitución”.
“Él hizo que la Constitución fuera un documento en constante evolución e incluso con la capacidad de autorrepararse”, dijo el presidente Lund. Las fallas, los errores y el dolor se pudieron reparar y [se efectuaron] los cambios, permitiendo una vida y un futuro mejores para la gente de este país.
Unidos y luchando unos por otros
El presidente Lund dijo que la impronta de los Estados Unidos es “acudir al rescate”.
Continuó diciendo, “La Constitución, en realidad, dice muy poco sobre la guerra. Se centra [en cambio] en un sistema en el cual podamos vivir, destacarnos y servirnos los unos a los otros —[y esta] es la mejor manera de honrar nuestros ideales nacionales”.
Citando una película sobre la Batalla de Gettysburg, el presidente Lund dijo, “Somos un ejército que busca liberar a otros hombres. Los Estados Unidos debería ser una tierra libre. En su totalidad. … Aquí, se puede ser algo. Aquí se puede construir un hogar. Pero no es la tierra. …Es la idea de que todos tenemos valor —tú y yo. Por esto luchamos, es decir, luchamos los unos por los otros”.
El presidente Lund tiene la Esperanza de que “nos unamos como nación” y “continuemos luchando y cuidándonos los unos a los otros”.