Familia mencionada en discurso del presidente Monson regresa al Templo de Hamilton, Nueva Zelanda
La familia Mou Tham, mencionada por el presidente Monson en su discurso de la conferencia general de abril de 2011, regresó recientemente al templo de Hamilton para celebrar el 50º aniversario de su sellamiento allí
Familia mencionada en discurso del presidente Monson regresa al Templo de Hamilton, Nueva Zelanda
La familia Mou Tham, mencionada por el presidente Monson en su discurso de la conferencia general de abril de 2011, regresó recientemente al templo de Hamilton para celebrar el 50º aniversario de su sellamiento allí
En la conferencia general de abril de 2011, el presidente Thomas S. Monson habló de las “bendiciones supremas y de fundamental importancia del ser miembros” de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días — las ordenanzas y convenios que se encuentran dentro de la casa del Señor.
En sus comentarios, el presidente Monson compartió ejemplos de los sacrificios hechos por los Santos de los Últimos Días para disfrutar de esas bendiciones, incluyendo el relato de Tihi y Tararaina Mou Tham y sus 10 hijos, quienes trabajaron, ahorraron y se sacrificaron durante seis años para viajar al Templo de Hamilton, Nueva Zelanda (en inglés) desde su hogar en la Polinesia Francesa.
En septiembre de este año, 50 años después de que Tihi y Tararaina Mou Tham y sus hijos fueran sellados como familia, su posteridad regresó a Hamilton para honrar el legado de la pareja y celebrar el aniversario de este importante hito familiar.
“Estar aquí 50 años después, es una manera maravillosa de agradecer al Padre Celestial por la ayuda que nos brindó para hacer realidad ese sueño”, dijo Gisele Tefan, hija de Tihi y Tararaina Mou Tham, a la Sala de Prensa de la Iglesia en el Pacífico (en inglés).
En su discurso de conferencia, el presidente Monson relató cómo Tihi y Tararaina Mou Tham y sus diez hijos se unieron a la Iglesia a principios de la década de 1960, cuando los misioneros llegaron a su hogar en Raiatea, una hermosa isla ubicada a unos 160 kilómetros al sur de Tahití.
Pronto la familia comenzó a desear las bendiciones de una familia eterna y ser sellados en el templo. Sin embargo, el templo más cercano en aquella época era el Templo de Hamilton, Nueva Zelanda, a más de 4000 kilómetros al suroeste.
Tihi Mou Tham era granjero. La familia cultivaba la mayor parte de sus alimentos y vendía suficientes productos para satisfacer las necesidades diarias de su numerosa familia. No era posible pagar los costosos boletos de avión a Nueva Zelanda para los 12, además de comprar ropa nueva y alimentos, por lo que Tihi Mou Tham y su hijo, Gerard, se unieron a otro hijo, Émile, para trabajar en las minas de estaño de Nueva Caledonia, a 4800 kilómetros de distancia.
Tararaina Mou Tham se hizo cargo sola de los ocho niños más pequeños en casa. Ella y los niños cultivaron sus propios alimentos y ahorraron la mayor cantidad posible del salario de Tihi Mou Tham, relata un artículo de Church News de 2006 (en inglés).
“Fue difícil para nosotros estar separados. Nos sentíamos solos, luchamos con problemas financieros y, a veces, teníamos frustraciones”, recordó Tefan a la Sala de Prensa de la Iglesia en el Pacífico.
Después de cuatro años, Tihi Mou Tham y sus hijos habían ahorrado suficiente dinero para llevar a la familia a Nueva Zelanda. Todos hicieron el viaje excepto una hija, que estaba a punto de dar a luz a su primer bebé. En 1973, la familia Mou Tham se selló como familia, lo que el presidente Monson llamó “una experiencia indescriptible y de gran gozo”.
Si bien muchos intentaron persuadir a Tihi Mou Tham para que regresara a Raiatea con el resto de la familia, él respondió que su familia aún no estaba completa. Trabajó otros dos años en las minas de estaño para que él y Tararaina pudieran viajar con su hija Rona, su esposo y su hijo a Nueva Zelanda, donde la nueva familia fue sellada y Rona fue sellada a sus padres.
En sus últimos años, Tihi y Tararaina Mou Tham continuaron sirviendo en el templo. Después de que se dedicó el Templo de Papeete, Tahití (en inglés) en 1981, sirvieron allí en cuatro misiones.
“¿Por qué hay tantos que están dispuestos a sacrificar tanto para recibir las bendiciones del templo?” preguntó el presidente Monson en 2011. “Aquellos que comprenden las bendiciones eternas que se reciben mediante el templo saben que ningún sacrificio es demasiado grande, ningún precio demasiado caro ni ningún esfuerzo demasiado difícil para recibir esas bendiciones”.
Los Mou Tham ya fallecieron, pero su hijo Gerard Mou Tham le dijo a la Sala de Prensa de la Iglesia en el Pacífico que sintió el amor de sus padres cuando su posteridad se reunió para la celebración del 50 aniversario. “Sentí su gozo al ver a todos sus hijos en el templo tantos años después de su primera visita. … Fue maravilloso tener la oportunidad de compartir nuestros testimonios, nuestros sentimientos y nuestro amor familiar”, dijo.
Mientras su familia asistía al templo donde habían sido sellados 50 años antes, “Sentimos profundamente su presencia a nuestro alrededor, así como la presencia de nuestros seres queridos que ya no están”, coincidió Gisele Tefan.
Gerard Mou Tham recuerda que su madre le escribía mientras trabajaba en Nueva Caledonia. Ella siempre le recordaba un pasaje de las Escrituras del Libro de Mormón: “Porque he aquí, esta vida es cuando el hombre debe prepararse para comparecer ante Dios” (Alma 34:32).
“He convertido esta enseñanza en el centro de toda mi vida”, dijo Gerard Mou Tham. “Es mi manera de demostrar mi amor a mis padres”.
Su hermana Tefan añadió: “Somos conscientes de la enorme responsabilidad que supone transmitir este legado a nuestros hijos, nietos y las próximas generaciones. La luz que iniciaron nuestros padres debe permanecer fuerte. Guiará nuestros pasos en la senda de los convenios que conduce a nuestro hogar celestial”.