La defensa de la Constitución va más allá de aprender su historia y las normas que establece, dice un exjuez federal
La Constitución crea un sistema de gobierno que solo tendrá éxito cuando los ciudadanos traten de moderar y unificar en las cuestiones controvertidas, dijo Thomas B. Griffith
La defensa de la Constitución va más allá de aprender su historia y las normas que establece, dice un exjuez federal
La Constitución crea un sistema de gobierno que solo tendrá éxito cuando los ciudadanos traten de moderar y unificar en las cuestiones controvertidas, dijo Thomas B. Griffith
En su calidad de exjuez federal que formó parte de la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos para el Circuito del Distrito de Columbia, Thomas B. Griffith juró apoyar y defender la Constitución de los Estados Unidos.
Él apoya y cree en los principios básicos y fundamentales de la Constitución, los cuales necesitan ser protegidos y defendidos — entre ellos la libertad religiosa, la libertad de expresión, el derecho a portar armas y la igualdad ante la ley.
Sin embargo, cuando Griffith, un Santo de los Últimos, escuchó al presidente Dallin H. Oaks, primer consejero de la Primera Presidencia, hablar sobre la Constitución en su discurso durante la conferencia general de abril de 2021, una frase sobresalió sobre todas las demás.
“No creo haber escuchado nunca una declaración más clara sobre lo que significa defender y apoyar la Constitución, que la que dio el presidente Oaks cuando dijo: “En las cuestiones controvertidas, [debemos] tratar de moderar y unificar”, dijo Griffith durante una reciente entrevista con Church News (en inglés). “Si desea[n] una fórmula para medir [su] apoyo a la Constitución, [para saber] si está[n] apoyando y defendiendo la Constitución, aquí la tienen. Debemos preguntarnos: ‘¿Me describe eso a mí?’”.
La Constitución, dijo Griffith crea un sistema de gobierno que solo tendrá éxito cuando los ciudadanos traten de moderar y unificar en las cuestiones controvertidas.
Los Santos de los Últimos Días tienen un papel especial y único que desempeñar en este momento de la historia, cuando hay división y contención en los Estados Unidos.
Citando a Eugene England, el fallecido profesor de inglés de la Universidad Brigham Young, Griffith dijo que la organización de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ayuda a los miembros a que se conviertan en constructores naturales de puentes, es decir mediadores naturales. En primer lugar, los Santos de los Últimos Días no eligen sus congregaciones; estas se asignan de acuerdo con la ubicación geográfica. [Además], rinden culto junto con personas que son diferentes — social, política, económica y culturalmente. En segundo lugar, al servir en la Iglesia con aquellos que son diferentes, llegan a ver que el Señor los ama y aprenden a amarlos también.
Los Santos de los Últimos Días “saben cómo recibir a quien[es] son diferentes y aprender a trabajar y llevarse bien ellos. Ahora, ¿podemos aplicar esa habilidad que hemos desarrollado en nuestros barrios y en nuestras estacas a nuestra comunidad? ¿Podemos ser los promotores de la reconciliación en nuestra comunidad? ¿Podemos ser los que construyamos los puentes [o los mediadores]?”.
Griffith dijo que la defensa de la Constitución va más allá de aprender su historia y las normas que establece. “Se trata de lo que el presidente Oaks decía sobre las cuestiones controvertidas — tratamos de moderar y unificar. Ese es el espíritu vital de la Constitución”.
La reconciliación, dijo Griffith, es algo que los Santos de los Últimos Días pueden brindar al país en este momento, utilizando “las habilidades que hemos desarrollado [a lo largo de] nuestra vida en la Iglesia y aplicándolas a la vida de nuestras comunidades y a la vida de nuestra nación”.
La libertad religiosa también debería ser importante para los Santos de los Últimos Días, dijo Griffith. La libertad de conciencia “va al centro mismo de lo que significa ser un ser humano”, dijo.
“La conciencia de algunas personas las alejará de la fe. [Por el contrario], la conciencia de otras las llevará a la fe”, dijo. “Tener la libertad de seguir la conciencia, es el corazón y al alma de lo que significa ser un ser humano”.
La necesidad de adorar a Dios está profundamente arraigada en la mayoría de los seres humanos, continuó. “Tan solo un breve repaso de la historia del mundo muestra que la mayoría de las personas, en la mayoría de los lugares, en la mayoría de los tiempos, rinde culto”, dijo.
Si bien reconoce que hay algunas personas que no eligen la fe en absoluto, Griffith dijo que, para la mayoría de las personas en el mundo, en la mayoría de los lugares y en la mayoría de los tiempos, la religión ha sido una parte integral de lo que significa ser un humano. La gente anhela “sentir que forma parte de un gran plan”, que “vive en un universo que tiene un propósito y un significado y que fue creado por un Dios benéfico”.
“Para las personas de fe, el ejercicio de su fe y su libertad de religiosa, es tan importante para lo que son como individuos, como lo es respirar para el cuerpo de todos nosotros”, dijo.
Griffith dijo que los autores de la Constitución de los Estados Unidos quisieron establecer un gobierno con base en “Nosotros, el pueblo”.
La idea era que el pueblo decidiera las normas por las que se regiría la sociedad — no un rey o un monarca o cualquier otro líder.
Una de las obligaciones del pueblo es recordar las palabras — “una unión más perfecta” — las cuales se encuentran en el preámbulo de la Constitución, dijo. “Estamos aquí para crear una comunidad. Estamos aquí para crear una unión. Eso significa que hay que negociar. … También significa que, no solo es necesario desarrollar la habilidad de argumentar, sino también la de escuchar”.
Escucharnos los unos a los otros, además, puede llevar al país a un lugar mejor, dijo. “La constitución creó un sistema de gobierno que obliga a la negociación. Requiere [que] negociemos. Es la ética fundamental”.
Griffith dijo que los Santos de los Últimos Días deben hacer todo lo posible “para crear una sociedad justa y equitativa”.
Griffith citó a Mitch Daniels, el rector de la Universidad Purdue y ex gobernador de Indiana, cuando dijo, “’En todas las cosas, nuestro primer pensamiento es siempre para los que están en el primer peldaño de la escalera de la vida y [ver] cómo podríamos ayudarles a subir’.
“Eso es lo que estamos llamados a hacer, y el experimento estadounidense ofrece la mejor oportunidad de hacerlo en el mundo actual”.