Algunos Santos de los Últimos Días tienen antepasados pioneros que se remontan a casi 200 años. Otros miembros de la Iglesia son ellos mismos los pioneros en sus familias. En las semanas que rodean el Día de los Pioneros el 24 de julio, la celebración anual de la primera compañía de carretas de mano que ingresó al Valle del Lago Salado, el equipo de Church News compartirá historias de pioneros en sus familias, algunos del siglo XIX y otros del siglo XX. Esta es la novena de la serie.

Siempre me pregunté por qué cuando fui a Kentucky el año pasado en un viaje improvisado, sentí una gran atracción, como si hubiera venido a un lugar especial.

Al principio pensé que era por lo hermoso que era Kentucky, y luego supe que uno de mis antepasados tenía raíces muy arraigadas allí. John Lowe Butler, mi cuarto tatarabuelo, nació en el condado de Simpson, Kentucky (en inglés), en 1808, y encontró la Iglesia solo 26 años después en lo que comenzó un legado en defensa de la Iglesia.

Una foto de John Lowe Butler.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Después de dejar Kentucky, y con casi 30 años, mi cuarto tatarabuelo fue uno de los principales participantes en la batalla del día de las elecciones en Gallatin en el condado de Daviess, Misuri, el 6 de agosto de 1838 (ambos en inglés).

“Nuestros [hermanos pelearon] como tigres... los hombres más importantes que [lucharon] tan valientemente fueron John L Butler, Hyram [Hiram] Nelson”. José Smith dijo (en inglés) de mi bisabuelo.

John Lowe Butler había registrado sus experiencias en una biografía que él escribió en 1860. De la pelea de Gallatin dijo (ambos en inglés), “Recordé que nunca en mi vida golpeé a un hombre con ira, siempre había vivido en paz con todos los hombres... . No quería matar a nadie sino simplemente detener la pelea y entré con la determinación de rescatar a mis hermanos de tan miserable desdicha a toda costa.

Él realmente había creído que el Señor estaba con él durante la batalla (en inglés): “Y el Señor fortaleció mi cuerpo mucho más allá de la fuerza común del hombre, tanto que el enemigo no podía resistir ante mí. Era el poder de Dios que estaba conmigo. para mi propio asombro.

Después de la pelea de Gallatin, John Lowe Butler continuó ayudando a la Iglesia sirviendo (en inglés) en tres misiones — una en Illinois en 1839 y dos en las tribus Sioux en 1840. A medida que aumentaba la animosidad hacia la Iglesia, pasó a servir en la Legión de Nauvoo y como uno de los guardaespaldas del profeta José Smith (ambos en inglés) antes del martirio del profeta en 1844.